Prólogo

Era la tarde del 5 de Junio del 2009, luego de salir del examen de Francés decidí caminar un poco por la ciudad. La mañana era fresca, caminaba sin rumbo y sin pensamiento alguno... tan solo disfrutaba la caminata.

Luego de pasear por un rato me percaté de que estaba parada frente a una libreria. De repente algo del otro lado del cristal me llamó la atención. Tenia unos dibujos muy llamativos y lindos colores. Desde el momento en que lo vi lo quise. Sin pensarlo dos veces entré en la librería y compré el diario, que aunque tenía muchas libretas en las cuales escribía mis cosas, ese diario era diferente, tenía algo especial, algo diferente y lo queria para mí...

Despues de caminar durante un rato más me dirigí a mi casa. Al entrar mi padre estaba sentado en la sala viendo la television. "Windows 7, cada vez mas usado en España" se podia oir diciendo al señor que daba las noticias. "Mi padre y su tecnologia... nunca cambiaria" pensé en ese momento.

 - ¿Mary? - dijo al verme entrar-.
 - Bendición padre. ¿Qué haces aquí tan temprano?
 - Dios te bendiga amor. Ayer terminé el programa en el cual trabajaba, hoy solo tenía que presentarlo y entregarlo, tengo el resto del día libre.
 - Me alegra escuchar eso, que disfrutes de tu día -le sonrei-. Me ire a mi alcoba, estoy un poco cansada.
 - Descansa, pero recuerda que tendras que bajar a la hora de la comida.
 - Siiii, lo sé -refunfuñe mientras comenzaba a subir las escaleras-.

Odiaba que en mi casa tubieran la costumbre de comer todos en familia, siempre todos sentados rectos y sin hablar mucho. Esa cosumbre dejo de interesarme desde que mi hermano murió y dejó de acompanarnos físicamente.

Al entrar en mi alcoba recogí todo el desorden de papeles y libretas que había sobre mi escritorio para colocar el diario, estaba ansiosa por comenzar a usarlo, pero preferí dejarlo para el día siguiente, para comenzar desde el inicio del dia a escribir todo lo que se me ocurra y cuanto me aconteciese.

***Continuación***

Cuando ya estábamos todos sentados en la mesa recordé que había quedado de juntarme con Azul y Virginia en el centro comercial, según ellas teníamos algo muy importante de lo cual hablar. Virginia, Azul y yo éramos totalmente distintas; Virginia era muy callada, hablaba solo cuando era necesario y se pasaba gran parte del tiempo leyendo algún libro; Azul era muy emotiva y alegre, nunca dejaba de hablar y era un poco dejada, siempre dejaba todo para el último momento; yo, en cambio, era muy aplicada, y aunque no leyera tanto como Virginia me gustaba leer, pero sobre todo me gustaba más escribir, esa era mi pasión.

Rato después de comer me dirigí al lugar donde acordamos vernos. Ellas ya habían llegado cuando entré al centro comercial. Desde que Azul me vio grito mi nombre para que las viera. No me había sentado bien cuando Azul ya me estaba diciendo:

-No te imaginas lo que me acaba de pasar.
-¿Te choco un carro?-dije en forma de burla-.
-Pues mira que no. Lo que pasa es que hable durante casi una hora con Aarón.
-¡¿CON QUIEN?!-pregunté asombrada-.
-Si, Aarón, y me ha pedido que sea su novia.

Virginia, quien no acostumbraba a participar en las conversaciones y mucho menos dar a notar que le importaba, tenía cara de que había visto un fantasma y con voz titubeante dijo:

-¿Qu-Qué? ¿Aarón Sánchez Abellán te ha pedido que seas su novia?
-Sí, tampoco me lo puedo creer, ¡es como un sueño hecho realidad!

Aarón era el chico que le gustaba a Azul desde 6to grado y aunque era bien parecido, a mi parecer era un arrogante.

-¿Pero Aarón y Ashly no son novios?-pregunté-
-Si, todavía lo son. Pero me dijo que si yo aceptaba él estaba dispuesto a terminar con ella para estar conmigo.
-¿Y qué le dijiste?-pregunto Virginia con mucha curiosidad-.
-Le dije que si él estaba dispuesto a hacer eso yo quizás estaría dispuesta a aceptar su propuesta-respondió-.
-¿Y no crees que todo esto es un poco apresurado? ¿No crees que debiste tomarte más tiempo para pensarlo?-pregunté preocupada-.
-Si, quizás lo sea Mary, pero entiéndeme, yo siempre he amado a Aarón y estar con él es lo que siempre he querido. Esta oportunidad de estar junto a él no la puedo desaprovechar.

¿Amarlo? pensé en mis adentros.

- ¿Estás segura que lo quieres?
-¿Es que 3 años intentando estar con él no te bastan?-respondió-.

La verdad es que para mí eso sólo eran ilusiones que Azul se hacía, que ella no lo amaba realmente, que no sabía lo que decía, que terminaría sufriendo al final… pero no tenía el derecho de tomar esa decisión por ella. Se le veía muy feliz y emocionada y no quería quitarle eso, así que preferí no decirle lo que realmente pensaba.

-¿Cuándo te dijo que la dejaría?-inquirió Virginia-.
-No me dijo nada específico, pero me dijo que haría lo que fuese necesario para estar conmigo.
-Me huele a gato encerrado-dije-.

Un largo silencio reinó luego de mi último comentario. Al parecer Azul y Virginia, al igual que yo, estaban pensando en las verdaderas intenciones de Aarón, las cuales no estaban muy claras. Aarón a mi parecer era un chico arrogante, aunque muy bien parecido, de esos que sólo quieren sobresalir sobre los demás. Su relación con Ashly sólo era para sobresalir más ya que ella pertenece a la clase alta y Aarón se aprovechaba de eso para ser, o parecer, más importante, o al menos eso era lo que pensaba.

A diferencia de Ashly, Azul pertenecía a la clase media por lo que no encontraba una razón por la cual Aarón se pudiera interesar en ella, quizás sea amor como él afirma, pero él no era ese tipo de personas que se enamoran, más bien era de ese tipo que sólo hacían las cosas cuando podía sacarle algún beneficio personal y quería saber una razón por la cual Aarón se interesaría en Azul; porque no es que ella sea fea o algo por el estilo, aunque sí extrovertida, pero ella no era si tipo y su estatus no le ayudaba mucho.

***Continuación***

Azul se quedó cabizbaja durante un largo rato, como si estuviese inmersa en sus pensamientos.
-No sé que pensarán ustedes, pero creí en sus palabras-dijo Azul-.
-Tan sólo queremos ayudarte Azul, no queremos que sufras y a mi parecer Aarón tan sólo te hará sufrir-repliqué-.
-Lo sé-dijo mientras se paraba y se iba-.

Virginia y yo no intentamos detenerla, pues sabíamos que ella necesitaba pensar bien algunas cosas. Luego de eso Virginia se despidió argumentando que tenía cosas que hacer en su casa. Yo también me dirigí a mi casa pensando en como podía convencer a Azul de que tenía que hacer lo que más le convenía, tenía que hacer algo por ella.

***Fin***

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El próximo capítulo será publicado "INDETERMINADO".

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